Reflexiones sobre la generosidad

Un valor digno de ser relevado hoy y siempre es la generosidad. No sólo en navidad o porque sea una práctica cada vez más necesaria. También porque cada pequeño gesto de entrega y desprendimiento puede impactar a nivel global.  

Basta ver varios virales de personas rescatando animales o regalando su tiempo para ayudar a otros.

El generoso no sólo comparte bienes o dinero, también está disponible para brindar ayuda efectiva, compartir su tiempo o lo que otros necesiten.

Este es un rasgo increíble de de nuestra personalidad, caracterizado por ayudar a los demás de un modo desinteresado.

En crisis mundiales y momentos complejos como éste, es importante resaltar esta virtud, como un valor positivo contagioso, que genera más altruismo, caridad y filantropía.

Reflexiones sobre la generosidad

Ponernos en lugar del Otro

La generosidad es un ejercicio de empatía, de mirar a través de otro y hacer algo útil por ese tercero. 

Por tanto, en un mundo individualista y acaparador, es un valor en alza. Algo difícil de apreciar o entender a veces, pues depende más del esfuerzo y de los motivos internos de quien entrega, que del acto exterior, eso que podemos ver.

No se trata de dar de lo que sobra, ayudar a los que nos caen bien, o esperar alguna recompensa, por fama o por quitarnos de encima un problema. Eso NO es generosidad.

Para que un acto sea generoso. Debe surgir libremente de uno mismo, con el máximo esfuerzo posible, pensando en lo que el otro necesita, no en lo que yo quiero darle.

Generosidad en la Biblia

El libro de los libros habla de una virtud o cualidad personal consistente en la disposición desinteresada para prestar servicios o aportar las propias cualidades o recursos sin esperar nada a cambio.  La literatura y la historia después hablarían de de ella, como altruismo, desinterés, dadivosidad, largueza, magnanimidad, desprendimiento.

«El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado”.

Proverbios 11:25 

“Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza».

Proverbios 11:24 

Generosidad en la Familia

El concepto o palabra procede del latín «generositas» (gen: generar familia, raza, estirpe) y se refiere a la inclinación a dar y compartir, por sobre el propio interés o la utilidad. 

 Muchos padres regalamos todo a nuestros hijos, pero podemos fallar en la disponibilidad de tiempo.

Estar disponible para escuchar a los hijos y nietos, ayudarles en sus deberes, o simplemente estar alegre junto a ellos. Construir recuerdos memorables.

Otra forma de ser generoso es esforzarse por hacer la vida agradable a los demás, aunque a veces cueste escuchar y tener paciencia.

Cómo demostrar generosidad 

Básicamente podemos dar algo a otro(a), que sea importante para él o ella. La generosidad es más eficaz cuando lo que ofreces es importante para la otra persona, no para ti.

Aceptar el reconocimiento. Aceptar la generosidad de otros. Mostrar aprecio.

Las personas generosas tienen suerte en la vida porque ellas mismas siembran su propia suerte gracias a su actitud abierta y desinteresada. 

La generosidad nos suma felicidad, brinda paz interior, ilusión y alegría. Porque el amor que se da, vuelve a nosotros con más fuerza.

José Miguel Martabid
Empresario Inmobiliario

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