Inflación y falta de vivienda
El desafío es avanzar en el Plan de Emergencia Habitacional y construir 250 mil viviendas en los próximos cuatro años. Este programa también contribuirá a reconstruir las zonas afectadas por los incendios e iniciar una nueva generación de trabajadores.
En Chile el sector inmobiliario contribuye con un 7% del PIB, concentra cerca de un 60% de la inversión y se encuentra en el sexto lugar entre los empleadores a nivel nacional.
Por ello es tan importante siempre lo que ocurra con la construcción, puesto que además de mover la economía, soluciona uno de los principales problemas del país: la falta de vivienda.
El programa de Gobierno señala que se construirán viviendas dignas con innovación, estandarización e industrialización de sistemas de edificación. Esto último es una alternativa para poder construir con mejor calidad, más rápido y con menos residuos.
La idea es modernizar y diferenciarse del sistema tradicional, ya que el proceso utiliza elementos que son construidos en una planta automatizada y con mano de obra capacitada. Vale decir, promover la construcción mediante vivienda industrializada.
El desafío de los próximos años, es avanzar rápidamente en el Plan de Emergencia Habitacional y lograr la construcción de 250 mil viviendas en los próximos cuatro años. Este programa también contribuirá a reconstruir las zonas afectadas por los incendios e iniciar una nueva generación de trabajadores de la construcción en nuestro país.
Lamentablemente la inflación y el escenario global han influido en aumentar los costos de construcción y por ende los precios de la vivienda. A ello se suma el endurecimiento en los créditos hipotecarios, lo que hace más lejano en sueño de la casa propia para muchas familias chilenas.
A esta falta de vivienda se agrega también el endeudamiento de las familias y la poca capacidad de ahorro en medio de un escenario de inflación.
¿Qué dicen las proyecciones?
Los análisis de los bancos centrales de Chile, Perú, Colombia y Brasil, indican una posible baja en los niveles de inflación para los próximos meses. Esto anticipa un eventual mejoramiento en las cifras de sectores como el inmobiliario.
Hay aspectos comunes en las economías de Sudamérica: endurecimiento de las condiciones de financiamiento para proyectos inmobiliarios, la ralentización en las decisiones de inversión, problemas normativos en permisos de edificación, trabas en el acceso al financiamiento, entre otros.
La inflación ha condicionado que suban las tasas. La industria es muy sensible a ello y la palanca financiera es un actor relevante y determinante para la viabilidad o no de algunos negocios.
Sin embargo, considerando que la inflación debería tender a bajar en términos generales, se vería un impacto muy positivo en la mejora de la condición de financiamiento que puedan tener eventuales desarrolladores o inversionistas.
Obviamente esto debiera ser un impulso para la inversión y el desarrollo inmobiliario.
Sin embargo, aunque las cifras son alentadoras, también dependen de otros factores, algunos globales y otros internos, como la estabilidad política.
En general, las perspectivas para este 2023 son mejores. Puede que los próximos meses, sean un poco más enredados, pero en general son positivas para la industria inmobiliaria, en especial, comparado con los últimos años.
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